LABORATORIO – Julio 28, 2021 – Encuentro no. 5

 

Para el actor/actriz, es preciso desarrollar conciencia profunda del cuerpo como un instrumento o más bien, un multi instrumento que se pone al servicio de la construcción artística. Cuerpo, mente y emoción funcionan juntos y deben estar integrados en el proceso de la actuación, siendo capaz también de separar sus distintos elementos y ser consciente de los movimientos y sensaciones de cada uno de ellos. Me gustaría establecer un paralelismo entre la relación del actor/actriz y su cuerpo y el trabajo musical de producción, en el que se busca que el fin último sea un acontecimiento integral. Debemos recordar que hay siempre un proceso de elección, en el que decidimos qué potenciar: el texto, la música si la hay, el contorno melódico, los elementos armónicos o rítmicos, el contexto dramático, etc. 

 

Tanto en la relación con el cuerpo/mente, como en la preparación de una producción, el primer paso consiste en el abordaje de un tema desde sus diversos elementos y la decisión de qué potenciar. En los contextos de producción, se sugiere el trabajo sobre un demo, un bosquejo de la interpretación acompañada por un instrumento, que nos permita observar la producción desde fuera de nosotros mismos, escucharla con cierto nivel de distancia.  Asimismo, el trabajo frente a un espejo, en sentido figurado literal, es recomendable para hacernos más conscientes de nuestro cuerpo y cómo nos relacionamos con el texto a interpretar.

 

Después del demo o bosquejo de la interpretación, se sugiere, en los contextos de producción, hacer una lista de los elementos instrumentales y orquestales que deben estar presentes en el tema. La canción se vislumbra ahora, como un ente más completo y se busca definir con palabras la sonoridad que se quiere. Es importante este proceso de definición por qué nos permite una formulación intelectual del trabajo a realizar, trayendo a la conciencia elementos que pueden estar implícitos en la música.

 

El actor actriz debe convertirse en un maestro conocedor de la relación cuerpo mente, así como el cantante y el músico deben entender a profundidad la relación integral que existe entre un arreglo o trabajo orquestal y la canción. Finalmente, se trata de construir un todo qué es mayor a la suma de sus partes.

 

Después de la construcción de un arreglo, viene, lo que yo llamo, el proceso de poda, la conciencia del “ menos es más”, como una propuesta de valor estético. Acá también, se produce la constante elección. Como en el multi instrumento que representa el cuerpo, el trabajo sobre un arreglo durante y después de la grabación o ejecución en vivo, nos enfrentan con la tarea de la elección: potenciar lo sugerente por encima de lo literal, determinar si hay espacio de silencio que debemos conservar, elegir las texturas instrumentales en relación con la voz y su contexto, y sobre todo, mantener la conciencia del texto y la melodía como elementos primordiales.

 

Si bien, no de manera simultánea, el actor/actriz deberá asumir dos roles para tener la capacidad de penetrar en su personaje: como el cantante músico tendrá la capacidad de interpretar con convicción la canción; después será ese mismo intérprete quien deberá realizar una escucha distanciada, como si fuera ajeno a la canción o al personaje que interpretó.  De este modo, descontextualizándose de la escena o de la canción, podrá percibir si el arreglo o la interpretación actoral cumplen con los elementos de integralidad necesarios para que sean comprendidos y sentidos profundamente por la audiencia.