LABORATORIO DE INTERPRETACION ACTORAL Y MUSICAL CON BELEN PASQUALINI Y PATRICIA VLIEG
Encuentro No. 3 -
El actor/actriz y la escucha. Trabajaremos sobre una serie de elementos que ayudarán a afinar la escucha por parte del actor/actriz, ya sea la escucha de los otros actores en escena; la escucha interna durante la función; la escucha de cómo está el público en esa específica función. Estos elementos: otros actores, uno mismo y el público cambian momento a momento y función a función. Se concibe la actuación/interpretación como un acto vivo y, como tal, en constante cambio. En el aspecto musical, realizaremos ejercicios de escucha, trabajando el concepto de la imagen sonora, el vocalizar como espacio de exploración, juegos tímbricos, rítmicos, dinámicas y matices.
Laboratorio de interpretación actoral y musical
ANEXO 3 – Belén Pasqualini
Anexo 2 – Patricia Vlieg
La escucha
Es una actitud de apertura interna; una capacidad de hacer silencio interiormente y aguzar el oído y la intuición para dejar que penetren en nosotros, no sólo los sonidos que nos rodean, sino también la conciencia profunda del significado de esos sonidos. La resonancia de cada palabra, y no sólo su sentido literal, el contexto de cada nota se nos revela a partir de la escucha activa.
Deseos citar las hermosas palabras de Alberto Cortés cuando dice: “qué suerte he tenido de nacer para callar cuando habla el que más sabe; aprender a escuchar, esa es la clave si se tiene intenciones de saber.”
Y es que escuchar es abrirse a la sabiduría; es permitir que un espacio de nosotros mismos se renueve a partir de lo recibido; es no forzar El acontecer de las palabras o de las notas; más bien, dejarla ser y sobre todo, abrazar los silencios que son El lugar de donde se desgrana toda la actividad y el impulso de creación.
Claves para la escucha
1. El silencio: El silencio interior y exterior el es el punto de partida desde el cual nace el objeto de la escucha, pero también es el lugar interior en el cual han de resonar las palabras, las notas, las melodías. Sin silencio, sin un espacio para recibir de una manera carente de preconceptos y prejuicios, con mente y corazón abiertos, no hay verdadera escucha posible.
2. Empatía: abrimos aquí la posibilidad de conexión emocional con el sujeto de nuestra escucha. La empatía es la participación afectiva de una persona en una realidad ajena a Ella, generalmente en los sentimientos de otra persona.
Ponerle rostro a nuestro interlocutor; entender su contexto, dejarnos interpelar por aquello que escuchamos, son claves que nos ayudan a la empatía.
3. Atención a los detalles: cada palabra, cada frase, la inflexión con la que se emite, la postura corporal del interlocutor interlocutora, todo nos habla. El todo es más que la suma de sus partes, y así, la emisión comunicativa es más que cualquiera de sus elementos. Es un todo que nosotros hemos de escuchar, valorar y agradecer